4.––Si tiene la intención de estar poco tiempo en Netherfield, sería mejor para la vecindad que lo dejase completamente, y así posiblemente podría instalarse otra familia allí.
5.Al ruido y voces y que todos dimos, acuden los huéspedes y vecinos y métense en medio, y ellos muy enojados procurándose desembarazar de los que en medio estaban, para se matar.
6.En pocas horas la noticia se extendió por el pueblo. Muchos vecinos se acercaron a felicitar a los granjeros por su buena fortuna ¡No se encontraba un caballo como ese todos los días!
7.Y así quedó mi amo muy enojado; y después que los huéspedes y vecinos le hubieron rogado que perdiese el enojo y se fuese a dormir, se fue. Y así nos echamos todos.
8.Y había finalmente varios puñados de costureras de poco fuste que hacían rondas por las casas, lo mismo cortando batas de percal que reconvirtiendo vestidos heredados, cogiendo bajos o remendando los tomates de los calcetines.
9.Era demasiado temprano para visitas y además el equipo del coche no correspondía a ninguno de los vecinos; los caballos eran de posta y ni el carruaje ni la librea de los lacayos les eran conocidos.
10.Seguía trabajando en las prendas que las mujeres cercanas me ban encargando; ropa sin gracia y sin clase, confecciones en telas burdas estinadas a proteger los cuerpos de las inclemencias de la intemperie con poca atención a la estética.
11.Respecto a volver a casa, la vergüenza me hacía rechazar mis buenos impulsos e inmediatamente pensé que mis vecinos se reirían de mí y que me daría vergüenza presen tarme, no solo ante mis padres, sino ante el resto del mundo.