Zhurin preparó supuestamente el recurso de casación, ya que su abogado estaba indispuesto y no había tiempo ni posibilidad de contratar los servicios de otro abogado.
No es menester tanto -respondió Sancho-; que con un par de pollos que nos asen tendremos lo suficiente, porque mi señor es delicado y come poco, y yo no soy tragantón en demasía.
Luis Mateo Díez, 82 años, mantiene intacta la energía de pecador impecable, de escritor lento y prolífico, guasón, como él se define: pesa el cuerpo, la vida es incómoda, pero merece la pena.