Buenas noches. En estas horas de la Navidad quiero desearos, junto a la Reina y nuestras hijas Leonor y Sofía, unas felices fiestas y nuestra esperanza de que el 2017sea un año mejor para todos.
Y en una noche como la de hoy, a tantas familias que han sufrido las recientes inundaciones en nuestro país, quiero decirles especialmente que las tenemos muy presentes.
Navidad es nacimiento, y celebrar con alegría lo que nace es tener fe en elfuturo.
Es en momentos como estos, cuando los sentimientos personales y colectivos de afecto, de amistad y de fraternidad, creados a través de nuestra convivencia, nos recuerdan el gran patrimonio común que compartimos.
Un patrimonio que merece el cuidado de todos y que todos debemos ayudar a proteger como lo mejor que tenemos y somos; como lo mejor de lo que nos une.
Como es tradición, permitidme esta noche que comparta con vosotros algunas reflexiones sobre nuestro presente y sobre nuestro futuro, procurando extraerde todo lo que hemos vivido, especialmente durante este 2016, aquello que mejornos ayude a seguir adelante.
Siempre se ha dicho que los momentos más difíciles de la vida son las mejores oportunidades para descubrir nuestra fuerza interior, para comprobar nuestro carácter, nuestra verdadera dimensión.
A lo largo de este año he estado en diferentes lugares de nuestra geografía nacional.
Y tengo que deciros que, en todo ese recorrido por nuestros pueblos y ciudades he visto dificultades y problemas para muchos de nuestros compatriotas; pero también trabajo duro, honesto, sacrificado; mucha capacidad y talento; y, sobre todo, determinación, ganas de salir adelante.
He comprobado, una vez más, el valor que tiene en nuestra sociedad la familia, porque su ayuda ha permitido a muchos sobrellevar los peores momentos.