Este destino guarda otra de las maravillas ocultas de Argentina: los Saltos del Moconá en Misiones.
Visitarlos es entender la dimensión de la naturaleza de esta región, que involucra una de las reservas de agua dulce más importantes del mundo.
Es una falla geológica en un lecho del río, que es una cosa muy rara, porque lo peculiar es que es longitudinal.
Su encanto, su belleza, su tranquilidad... lejos del mundo civilizado.
Acá estamos prácticamente dentro de la selva; no hay nada muy cercano.
Cada paseo que hagas en los Saltos del Moconá es una experiencia distinta.
Lo puedes hacer con unos saltos de 2 metros, de 3 metros... nunca dejan de ser bonitos.
Nos adentramos en la selva misionera por caminos de tierra colorada para conocer a la comunidad guaraní Yeyí Miní, descubriendo que aún conservan la forma de vivir tal como lo hacían sus ancestros, viviendo en armonía con el medio ambiente.
Eso nosotros pedimos con la canción: que tenemos ánimo, pedimos para Dios que da fuerza para nosotros, que vive siempre con ánimo, con ganas, para tener salud... a todo, a toda la comunidad.
Camino al aeropuerto para viajar al otro extremo de Argentina: de la selva misionera a las montañas del fin del mundo.