Y en el centro histórico seguimos nuestra ruta.
Sevilla cuenta con uno de los cascos antiguos más grandes de Europa.
Visitamos la Torre del Oro.
El Real Alcázar.
El Archivo de Indias.
O el Palacio Arzobispal.
Y cómo no, nos detenemos en la Catedral, y su Giralda, antiguo alminar de la mezquita almohade.
La ciudad, preciosa, además han puesto una zona peatonal que yo no conocía, al lado del alcázar, todo muy bien, muy bonito. Maravilloso.
En pleno centro encontramos también lo que ha supuesto un antes y un después en la historia de la arquitectura sevillana.
Conocido popularmente como "Las Setas de la Encarnación", el metropol-parasol ofrece una imagen rompedora de la ciudad.
