Una de las calderas volcánicas más grandes del mundo, en plena estepa patagónica, inmerso en una de las regiones más solitarias y deshabitadas, lo cual hizo que se mantuviera intacto de la mano del hombre.
Llegamos hasta el camping Los Guindos, a solo unos kilómetros de la Piedra Parada, para conocer a doña Elba y don Martín, nacidos y criados acá, en este mismo lugar donde siguen estando, y donde aún conservan la forma de vivir y de autosustentarse.
Y para nosotros es una vida sana, una vida buena, porque... estamos en lo de nosotros.
Todo lo que hay lo hicimos nosotros, con sacrificio, con todo.
Árboles, todo lo que hay lo pusimos nosotros, desde el primer día que llegamos.
Bueno, los escaladores después vienen, agarran, y se vienen para acá a pasarla bien, a tomarse un algo, a comer algo.
Siempre se hacen corderos, chivos, lechones, pavo al horno, pizza, de todo un poco, y se va muy contenta la gente, el turista como el escalador.
Continúan de la misma manera que lo hicieron siempre, toda la vida.
Es algo realmente emocionante poder conocer otras verdades totalmente distintas, de esas charlas y momentos, que realmente te dejan pensando y poniendo en duda las tuyas.
Etapa final del viaje, y de este sueño cumplido, de recorrer las maravillas ocultas de Argentina.