La reunión
Un soleado domingo, en Chicago, varios antiguos compañeros de clase que habían sido buenos amigos en la escuela se citaron para almorzar después de haber asistido la noche anterior a la reunión de su escuela superior.
Deseaban saber más detalles sobre lo que sucedía en la vida de cada uno de ellos.
Después de no pocas bromas y un copioso almuerzo, iniciaron una interesante conversación.
Ángela, que había sido una de las alumnas más populares de la clase, dijo:
–Desde luego, la vida resultó ser muy diferente a como creí que sería cuando estaba en la escuela. Han cambiado muchas cosas.
–Ciertamente –asintió Nathan. Todos sabían que se había hecho cargo del negocio de la familia, que funcionaba del mismo modo y que formaba parte de la comunidad local desde que tenían uso de razón. Por eso se sorprendieron al comprender que parecía preocupado–. Pero ¿os habéis dado cuenta de que no queremos cambiar cuando las cosas cambian?
–Supongo que nos resistimos al cambio porque le tenemos miedo –Observó Carlos.
–Carlos, tú fuiste el capitán del equipo de fútbol –intervino Jessica–. ¡Nunca creí posible oírte decir que tienes miedo!
Todos se echaron a reír al darse cuenta de que, a pesar de haber seguido direcciones muy diferentes, desde trabajar en casa hasta dirigir empresas, experimentaban unos sentimientos muy similares.