El principito Capitulo 7
Al quinto día y también en relación con el cordero, me fue revelado este otro secreto de la vida del principito.
Me preguntó bruscamente y sin preámbulo, como resultado de un problema largamente meditado en silencio:
—Si un cordero se come los arbustos, se comerá también las flores ¿no?
—Un cordero se come todo lo que encuentra.
—¿Y también las flores que tienen espinas?
—Sí; también las flores que tienen espinas.
—Entonces, ¿para qué le sirven las espinas?
Confieso que no lo sabía.
Estaba yo muy ocupado tratando de destornillar un perno demasiado apretado del motor; la avería comenzaba a parecerme cosa grave