Se aplana y se ve un poquito más cómodo, porque así siento que el talón me va a quedar volando, como que si estuviera usando tacones, solo que sin el tacón.
Sin embargo, no había acabado de escuchar la noticia cuando ya se había puesto los zapatos de tacones y la mantilla de iglesia que sólo usaba entonces para las visitas de pésame.
Pero mira, creo que con el peso ya se bajó y la verdad está muchísimo mejor que andar sufriendo en una fiesta, en un evento con unos tacones que ya no aguantan.