Varias autoridades locales y personas entrevistadas destacaron que la diáspora de Armenia prestaba apoyo en materia de infraestructura, servicios médicos, prestaciones sociales y vivienda.
Más de 370 millones de indígenas, repartidos en 70 países de todos los continentes, se enfrentan al problema de relacionarse con el mundo actual sin perder su cultura e identidad.
Albertine Tshibilondi Ngoyi, del Centro de Estudios Africanos de Bruselas, analizó la situación de las mujeres de ascendencia africana que viven en la diáspora utilizando el ejemplo de Bélgica.
Un planteamiento de ese tipo podría redundar en beneficio de la lucha por integrar a las personas de ascendencia africana en la vida política de muchos países de la diáspora.
Además, se estima que 400.000 desplazados internos dispersos en 34 asentamientos urbanos en Somalia y las poblaciones urbanas indigentes, que incluyen a repatriados, se encuentran en necesidad crónica de asistencia.
Además, el regreso de las personas originarias del sur desde otras zonas del Sudán será lento y los intentos de atraer a miembros de la diáspora sudanesa no han fructificado.
La aldea contaba con una escuela de sólida construcción, de tres plantas, a la que asistían 50 alumnos; se informó a la misión de que había sido construida con apoyo financiero de la diáspora.
Subrayó la necesidad de entablar un diálogo y de establecer redes con las personas de ascendencia africana en la diáspora mundial, con miras a intercambiar experiencias e ideas, compartir estrategias y prestarse un apoyo mutuo.
La misión observó que la diáspora había contribuido sustancialmente a las actividades de reconstrucción, a la infraestructura y al bienestar social del distrito y el pueblo de Lachin, y también se le informó de ello.
Ningún distrito parece tener un sistema de registro en funcionamiento ni un catastro, y los habitantes se encuentran diseminados en grandes extensiones, en grupos a los que sólo se puede acceder por carreteras a menudo intransitables.
En segundo lugar, sería necesario resolver los problemas de la población saharaui en su conjunto: no sólo quienes viven en el Sáhara Occidental sino también los que están repartidos por todo el mundo, especialmente en Mauritania.
Su apoyo es necesario para habilitar al sector privado de modo que contribuya plenamente a la culminación de los objetivos de desarrollo del Milenio y al desarrollo sostenible en todo el mundo, especialmente en África y en la diáspora.
En México viven cerca de 130 millones de personas, sin contar con los más de 30 millones de mexicanos en la diáspora, repartidos por países como Estados Unidos, España o Canadá, entre otros.
Los descendientes de los españoles de la época colonial que permanecieron en el país continúan habitando mayormente en las grandes ciudades como Lima, Trujillo, Piura y dispersos sobre todo en el norte del Perú.