Góngora utiliza un lenguaje cargado de latinismos llamado culteranismo y Quevedo, considerado el gran poeta del amor de este siglo, con un lenguaje denominado conceptista, juega con el doble sentido de las palabras.
Es el protagonista de ocho libros, junto a su familia, amigos y su hermano pequeño al que apoda, el Imbécil, es un humor de doble sentido todo el tiempo, los niños entienden una cosa y los adultos otra.