Notarás que, si empujas el émbolo de la estrecha se mueve el de la ancha y requiere un esfuerzo mucho menor que usar la jeringa gruesa para mover la delgada.
Bajo sus ruedas triturantes, entre sus émbolos y piñones, se revolcaba una mujer ebria, blanda, lívida, color de afrecho, apretándose las manos en las ingles, despintándose las mejillas y la boca con el llanto.
Cada centímetro cuadrado recibe la presión de 3 kilos: lo que significa que el émbolo ejerce una fuerza de… a ver: 5 por 3 es igual a 15… ¡15 kilogramos!
Eso significa que, si tuvieras un tubo lleno de agua con dos émbolos iguales, toda la presión que se aplica en uno de los extremos llega completita a toda la superficie interior, incluido el émbolo del otro extremo.