Son tres días enteros en que la gente se entrega, con toda libertad, a la diversión, bailando disfrazada con máscaras, comiendo, bebiendo, u organizando procesiones burlescas.
En cuanto a lo de ladrón, bien sabe usted que me ha robado mis colores de la caja de pinturas para restaurar esa ridícula mancha de sangre en la biblioteca.
Por eso, hagas lo que hagas debes hacerlo de manera que no te haga parecer vulnerable, que te haga aparentar inseguridad, o que transmita exteriormente que tienes la sensación de estar haciendo el ridículo.