3.No fue un caso de esos en los que una empresa del mismo sector decide contratar o mejor dicho, cazar a alguien de la competencia ofreciéndole un sueldazo, un salario astronómico.
4.Para abrir mi propio negocio por humilde y diminuto que fuera, necesitaba un capital inicial del que no disponía, unos contactos de los que carecía y mucha más suerte de la que en los últimos tiempos me andaba ofreciendo la vida.