En ese momento, los inspectores no habían comprendido ni apreciado plenamente los rasgos ni las marcas específicos (franjas negras) ni el revestimiento interno distinto observados en algunas de las bombas.
Directamente enfrente del coche, el Lincoln Memorial se alzaba con rígida austeridad, con sus líneas ortogonales reminiscentes del antiguo Partenón de Atenas.