Entre dichos estudios están uno sobre litoral contaminado por petróleo, un estudio oceanográfico y un estudio sobre el riesgo ecológico marino y costero.
Además, intensificó los efectos de los desechos nucleares y tóxicos ilegalmente vertidos a lo largo de la costa de Somalia, cuestión que entraña connotaciones jurídicas y morales.
El derrame contaminó la costa en una extensión de más de 5.250 pies y en las actividades de limpieza se hallaron ejemplares de la fauna marina muertos.