Y como buenos agricultores, debemos administrar la tierra y sus recursos, no sólo para beneficio del presente, sino también para las generaciones futuras.
El Banco Mundial también se ha propuesto el objetivo de preservar los conocimientos y la experiencia de los pueblos indígenas para las generaciones futuras.
La comunidad internacional tiene para con las futuras generaciones el deber de finalizar y aprobar el proyecto de convenio durante el actual período de sesiones.
Debemos seguir trabajando de consuno para aliviar el sufrimiento, difundir la libertad y sentar las bases de una paz duradera para nuestros hijos y nuestros nietos.
El mundo espera con paciencia que terminemos con la pobreza; que convirtamos la pobreza en algo sobre lo cual puedan leer nuestros bisnietos pero sin comprenderlo realmente.
E incluso si repoblamos exitosamente estas áreas, las generaciones futuras deberán protegerlas de las fuerzas naturales y económicas que previamente las habían agotado.