No obstante, la situación política sigue siendo frágil y potencialmente inestable, quedando aún pendiente buena parte del proceso técnico de unificación.
La repetición de los incidentes violentos nos recuerda que es necesario estabilizar urgentemente las condiciones de seguridad, que siguen siendo precarias.
Muchos países industrializados, en particular de Europa Occidental, enfrentan condiciones económicas difíciles, y en algunos de ellos se registran disturbios sociales sin precedentes.
La recuperación se ve obstaculizada también por la inestabilidad recurrente, que limita el acceso a los mercados, las tierras de pastoreo y otros recursos.
En caso de que descuidemos el tratamiento de esta responsabilidad de manera justa y apropiada, la situación de esta volátil región seguirá siendo sombría.
La aparente falta de una reserva suficiente de petróleo que permita superar posibles perturbaciones vinculadas a factores geopolíticos está provocando un recargo del precio subyacente del petróleo.
Me complace que hoy en día el Consejo esté convencido de que la pobreza imperante es verdaderamente una de las principales causas profundas del malestar social en Haití.
Dada la historia política turbulenta de Haití, la necesidad de asegurar la credibilidad e integridad del proceso electoral fue un tema fundamental durante las reuniones de la misión.
El progreso de la humanidad necesita de un entorno pacífico. La estabilidad y la seguridad de un país no pueden apoyarse en la turbulencia y las crisis de otro.