Dominga de Adviento, cuya mano derecha no dejaba nada al azar, murió sin descubrir por qué los corredores amanecían más limpios de como anochecían, y las cosas que ordenaba de un modo amanecían de otro.
多明加·德·阿德维恩托从不随意摆放东西, 但她至死也不知道每天早晨的 走廊为什么总比前天晚上还干净, 她用她的方式摆放的东西为什么第二天早晨总改变了位置。