Las armas de precisión, en especial las que atacan selectivamente diversos objetivos en determinada zona, serán capaces de lograr más que una mera supresión.
Si los colonos se establecieran en la Ribera Occidental o permanecieran cerca de Gaza, su mera presencia alteraría la contigüidad de las tierras palestinas.
En conclusión, los espacios verdes en las ciudades son infraestructuras cada vez más necesarias para nuestro bienestar, pero su mera existencia no basta.
Si la mera exposición a ellos nos hace gustar de cosas que de otro modo no nos gustarían, ¿deberían prohibirse los carteles publicitarios en los espacios públicos?
Nuestros ancestros se encontraron con este tipo de podredumbre controlada hace milenios, ya fuera por mera casualidad o por mucha desesperación, y los humanos hemos estado pudriendo comida a propósito desde entonces.
Su mera presencia se me antojó una estratagema propagandística en favor del vacío moral del universo y la brutalidad mecánica con que éste destruía a las piezas que ya no le resultaban útiles.
Esta Ciudad (pensé) es tan horrible que su mera existencia y perduración, aunque en el centro de un desierto secreto, contamina el pasado y el porvenir y de algún modo compromete a los astros.