Aunque recuerda a una medusa, este animal es, de hecho, un conjunto de animales que, aunque genéticamente son iguales, tienen formas y funciones diferentes.
Si nos fijamos en la asombrosa diversidad de animales raros actuales, véase gusanos, medusas o babosas, solo podemos especular cuánto nos estamos perdiendo.
La cabellera de Sierva María se encrespó con vida propia como las serpientes de la Medusa, y de la boca salió una baba verde y un sartal de improperios en lenguas de idólatras.
Pero cuando quedó varado en la playa le quitaron los matorrales de sargazos, los filamentos de medusas y los restos de cardúmenes y naufragios que llevaba encima, y sólo entonces descubrieron que era un ahogado.