La señora Bennet se había cuidado tanto de prepararlo todo para que su hermano y su cuñada lo pasaran bien, que ni una sola vez pudieron disfrutar de una comida familiar.
Puede que en este momento estés riendo sin ganas con tu cuñada, aguantando un comentario del suegro o puede, sin más que no quieras ni ver a alguno de los que comparte tu mesa.
Cuando terminaron de tomar el té, el señor Hurst recordó a su cuñada la mesa de juego, pero fue en vano; ella intuía que a Darcy no le apetecía jugar, y el señor Hurst vio su petición rechazada inmediatamente.
Cuñadez era entonces una palabra directa y precisa que celebraba el hecho de que dos personas fuesen cuñadas pero el tiempo se encargó de su propia desaparición.
Mi cuñada tenía un embarazo de siete meses en ese tiempo, entonces ella salvó su vida de realmente milagro porque en el carro en el que estaba, recibió tres, cinco, como cuatro o cinco balazos.
Los peores de su vida, desesperada por la amargura de doña Blanca, su suegra, y el retraso mental de las cuñadas, que si no habían ido a pudrirse vivas en una celda de clausura era porque ya la llevaban dentro.