Myanmar también ha firmado memorandos de entendimiento con países vecinos sobre cooperación regional y subregional en la lucha contra los estupefacientes.
Además, participa activamente en la labor de importantes órganos internacionales como la Comisión de Estupefacientes, el Pacto de París y el Grupo Pompidou.
Apoyaron la lucha contra el movimiento ilícito de capitales en apoyo de actividades terroristas y el contrabando de bienes, armas y narcóticos por las fronteras.
De las 212 personas que consumían estupefacientes, 128 hombres y 83 mujeres -media de edad 18 años- confirmaron que consumieron drogas por primera vez cuando tenían 15 años.
Los desafíos y las amenazas que nacen de la vinculación entre el tráfico de estupefacientes, el terrorismo y la delincuencia organizada transnacional siguen afectando a la seguridad internacional.
Además, el 50% señaló que consumían dos o más tipos de estupefacientes al mismo tiempo, y el 37,7% confirmó que tenían relaciones sexuales bajos los efectos de las drogas.
El informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Drogas (JIFD) demuestra una vez más en qué medida el tráfico de drogas ilícitas está vinculado a la delincuencia organizada.
Los Estados ribereños en desarrollo necesitan apoyo para mejorar sus medidas de control y así combatir eficazmente el uso del transporte marítimo por los traficantes de estupefacientes y sustancias psicotrópicas.
Myanmar debe su éxito en la lucha contra los estupefacientes ilícitos a la voluntad política y a la adopción de medidas concretas en las esferas de prevención, legislación y represión.
La ley 97-025 dispone en la segunda parte “la represión de la producción y el tráfico ilícitos de sustancias controladas y medidas contra el abuso de estupefacientes y sustancias psicotrópicas”.
Fortalecimiento del programa contra la droga de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y del papel de la Comisión de Estupefacientes como su órgano rector.
Es preciso reducir la demanda de drogas ilícitas y aplicar las disposiciones pertinentes, en particular las que limitan el uso de estupefacientes a fines médicos y de investigación en las zonas donde se producen.
Los agentes averiguaron que las sustancias estupefacientes se introducían por el puerto de Valencia desde donde se trasladaban a la provincia de Madrid para su posterior venta.