La delincuencia informática puede atentar contra los datos procesados por sistemas, o contra la integridad, confidencialidad y disponibilidad de los propios sistemas.
También son esenciales medidas internacionales eficaces para poner coto a las redes delictivas organizadas, que se están volviendo cada vez más complejas.
El grupo de trabajo valoró positivamente las gestiones e iniciativas para poner coto a los delitos cibernéticos en otros órganos internacionales, regionales y subregionales.
Los últimos acontecimientos han demostrado que las redes delictivas pueden hallar formas de evadir los controles y suministrar lo necesario para las actividades clandestinas.
Los últimos acontecimientos han demostrado que las redes delictivas pueden hallar las formas para evadir los controles y suministrar lo necesario para las actividades clandestinas.
Otro de los problemas que dimanan de la “revolución de la información” es la vulnerabilidad de la comunidad cibernética a la delincuencia y al terrorismo.
La delincuencia informática es la mayor amenaza al desarrollo de la economía de la información, y hoy se considera motivo de inquietud para la comunidad internacional.
Esa labor abarca ocho ámbitos: terrorismo, tráfico de estupefacientes ilícitos, trata de personas, blanqueo de capitales, contrabando de armas, piratería marítima, delitos económicos internacionales y delitos cibernéticos.
Hasta el momento, el proyecto intergubernamental más significativo es el Convenio sobre la Ciberdelincuencia del Consejo de Europa, que también pueden ratificar los países que no sean europeos.
Un orador, refiriéndose a las medidas contra los delitos de alta tecnología y los delitos informáticos dio información estadística sobre la creciente incidencia del ciberdelito en su país.
El sector de los servicios financieros está regido por un amplio conjunto de leyes formulado de manera de impedir que las redes de delincuencia lo exploten para facilitar actividades ilegales.
Paralelamente al proceso de globalización ha habido una explosión de redes complejas de organizaciones delictivas que abarcan numerosos países, cuyos gobiernos no siempre tienen la misma capacidad para abordar el problema.