Esa es la única manera de reducir la tensión y de evitar la frustración y desesperación cuando las cosas se ponen al rojo vivo debido a la ocupación, la injusticia y la agresión.
La Luneta, mi primera calle en Tetuán: estrecha, ruidosa, irregular y bullanguera, llena de gente, tabernas, cafés y bazares alborotados en los que todo se compraba y todo se vendía.
Yo siento que, cuando estás haciendo lo que te apasiona realmente, aunque hay muchos sacrificios, pasan como a un segundo plano porque vale la pena lo que sacrificás.
Pero desde que la señora Forbes se hizo cargo de nuestro destino nos servía en un silencio tan oscuro, que podíamos oír el borboriteo de la sopa hirviendo en la marmita.
Estas pueden ser visuales, como cuando cierras los ojos e imaginas un vagón rojo, o auditivas, como al imaginar el sonido de un bebé que llora o el aceite hirviendo en una sartén.
Y caminó hasta llegar a la orilla del techo y estiró tanto su cabeza que resbaló y cayó de bruces exactamente al centro de la olla hirviente, ahogándose y cocinándose inmediatamente.
Él sentía su corazón palpitando con escándalo, como uno de esos sapos enormes que pululaban en la huerta de la casa de Chiclayo y parecían una glándula con ojos, una cámara que se infla y desinfla.
El agua hierve y se derrite temperaturas mucho más elevadas que las sustancias con moléculas de tamaño similar La mayoría de las sustancias encogen al enfriarse pero el agua se expande cuando se congela.