Yo soy el centro de Madrid, el corazón de la ciudad.
En mis calles repletas de historias suena el auténtico latido de la vida madrileña.
Siempre animada, siempre despierta.
Aquí está la Puerta del Sol, la plaza por donde todos pasan.
Donde se encuentra el kilómetro cero, punto de encuentro de tantas personas e inicio de las carreteras que salen de Madrid.
También el oso y el madroño, símbolo de la ciudad.
Aquí, cada 31 de diciembre, recibimos juntos el Año Nuevo con doce uvas y las doce campanadas de fondo, como es tradición.
Y tradicionales son mis restaurantes, tantos años conmigo, que entre ellos está el más antiguo del mundo, Sobrino de Botín.
Soy desde siempre barrio de ocio y compras y en mis comercios centenarios se encuentran los productos artesanos de antaño.
Abanicos, guitarras, sombreros, joyas o caramelos de violeta.