Presidente de la Xunta, Ministra, Autoridades, Señoras y Señores, ¡Buenos días!
Me gustaría ser capaz de transmitir lo que ha significado para mí sentir Galicia en estos meses de mi formación como guardiamarina.
Hace unos días que me he reencontrado de nuevo con mis compañeros de promoción en el Juan Sebastián de Elcano, tras las semanas a bordo de la fragata Blas de Lezo, y hemos regresado juntos a tierras gallegas.
En esta tierra que fue de emigrantes he recordado a todos los gallegos que tuvieron que dejar su casa para buscar una vida mejor.
Al cruzar el Canal de Panamá, en cuya construcción trabajaron miles de ellos, o al llegar a Brasil o Uruguay he pensado en aquellos compatriotas de Galicia y de otros lugares de España que, en tiempos difíciles, llegaron a muchos países de América.
En algunos, a los españoles los llamaban "gallegos", aún lo hacen.
Su huella allí es profunda y fértil.
En Galicia se alcanzaba el antiguo finis terrae y, desde sus costas, los gallegos han abrazado los confines de la tierra.
Y hoy, con su milenaria historia y su alma compostelana, recibe y acoge en peregrinación a personas de todo el mundo.
Hoxe Galicia é terra de acollida e podo dar fe porque me sentín como unha galega mais.