每日西语听力

当前播放

La sombra del viento(5)

Amigo Sempere, porque es usted y por todo el aprecio que le tengo y en honor a la larga y profunda amistad que nos une como a hermanos, dejémoslo en cuarenta duros y no se hable más. Eso lo va a tener que discutir con mi hijoadujo mi padre—. El libro es suyo.

Barceló me ofreció una sonrisa lobuna.

—¿Qué me dices, muchachete? Cuarenta duros no está mal para una primera venta... Sempere, este chico suyo hará carrera en este negocio.

Los contertulios le rieron la gracia.

Barceló me miró complacido, sacando su billetero de piel.

Contó los cuarenta duros, que para aquel entonces eran toda una fortuna, y me los tendió. Yo me limité a negar en silencio.

Barceló frunció el ceño. Mira que la codicia es pecado mortal de necesidad, ¿eh?—adujo—.

Venga, sesenta duros y te abres una cartilla de ahorro, que a tu edad ya hay que pensar en el futuro.

Negué de nuevo. Barceló le lanzó una mirada airada a mi padre a través de su monóculo.

A no me miredijo mi padre—. Yo aquí sólo vengo de acompañante.

下载全新《每日西语听力》客户端,查看完整内容
点击播放