I. El paño maravilloso
Inspirado en el cuento de lo que aconteció a un rey con los burladores que hicieron el paño de El Conde Lucanor, obra escrita por el Infante Don Juan Manuel)
Tres pícaros fueron a ver a un rey y le dijeron que sabían fabricar un paño maravilloso. Solo podían verlo los que no eran hijos de padres ladrones.
Al soberano eso le pareció una cosa extraordinaria y mandó que le hicieran una pieza de aquel paño de naturaleza tan fantástica.
-Para ello- propuso uno de los burladores es necesario que nos den lanas y sedas de todos los colores e hilos de plata y oro.
Además, es preciso que nadie nos moleste para que podamos trabajar tranquilos.
El monarca les concedió todo lo que se requería y por orden de él los llevaron a una casa de campo y los dejaron allí, solos.
Tres veces al día, les servían suculentas comidas y excelentes vinos.
Al cabo de un mes, el rey envió a uno de sus cortesanos a averiguar cómo marchaba el trabajo.
Los pícaros lo recibieron con efusión. Antes de que viera los telares, le explicaron la incomparable condición del paño.